POR OMAR RODRÍGUEZ
@RodriguezOmar83
Si recuerdas al Puebla de los primeros años del nuevo milenio seguramente vendrá a tu memoria el nombre de Eudalio Arriaga, delantero con velocidad explosiva y quien, a pesar de tener una diferencia de 3 centímetros respecto a la longitud de sus piernas, fue uno de los jugadores más desequilibrantes de Sudamérica y México.
El delantero, campeón con Colombia en aquella final que el anfitrión de la Copa América le ganó a México en el ya lejano 2001, llamó fuertemente la atención de La Franja, equipo que, tras un primer intento fallido por ficharlo, por fin logró su objetivo para el Apertura 2003, certamen en donde Eudalio dejó muestra de talento en una docena de encuentros.
Arriaga, internacional por Colombia en numerosas ocasiones, comentó para Mexatlethics cómo fue el proceso de integrarse a Puebla y lo que le representó llegar al futbol mexicano.
“Tuve una buena actuación en mi país y con mi selección. Hubo un primer intento por llegar a Puebla, pero en ese momento no se pudo lograr, sin embargo, poco tiempo después se dio un acercamiento y llegué a Puebla, una ciudad que desde el primer momento me gustó.
En esa época el entrenador que me apoyó mucho era Mario Carrillo porque a él le gustaba mi estilo de juego y eso es algo que siempre se va a agradecer.
Recuerdo que desde el primer momento hubo una simpatía de los aficionados hacía mí porque siempre que iniciaba una carrera o anotaba, los gritos y el apoyo era muy grande. Los encuentros en la calle o a la salida del estadio siempre eran buenos momentos porque me expresaban ese cariño que el jugador de Puebla valora mucho”.
Después de algunas temporadas, Eudalio Arriaga, al igual que La Franja, pasó por un momento complicado que suele marcar la trayectoria de cualquier futbolista: un descenso, el de la temporada Clausura 2005.
“Después de que salió Mario vinieron otros entrenadores y también se presentaron errores tanto directivos como de equipo y eso al final nos costó muy caro. Dimos mucha ventaja por esos errores y eso provocó que bajáramos a Primera A.
Cuando descendimos en Veracruz a mi amigo Frankie Oviedo le tocó fallar un penal y fue muy triste porque como profesional te pega fuerte el ánimo, pero hablamos con él y entendimos que ese fallo no nos llevó a descender porque la razón estaba en lo que no se hizo meses atrás”.
Puebla dejó la máxima categoría y para regresar a su lugar se puso como reto lograr el campeonato de la Primera A con la mejor base de jugadores disponible.
En esa época Arriaga era habitual convocado a la Selección de Colombia, sin embargo, aceptó jugar para Puebla en el circuito de ascenso y una vez instalado en esa categoría vaya que le fue bien, pues con goles, desbordes, asistencias, lucha y entrega fue clave para que Puebla lograra el campeonato del Apertura 2005, mismo que culminó con la coronación ante Cruz Azul Oaxaca.
“Emilio Maurer, directivo del equipo en esa época, habló conmigo y se acordó jugar en la Primera A. Al principio no fue fácil porque yo venía de jugar Copa América y Copa Confederaciones, entonces bajar de división no era sencillo de entender.
Se presentó el proyecto y jugué porque realmente quería al equipo e incluso puedo decir que en Colombia tengo a mi equipo preferido, pero Puebla representa muchas cosas buenas y siempre le tendré un gran cariño porque es un equipo muy especial para mí. En Primera A, desde el primer partido ante Lobos BUAP me convertí en el referente del equipo y aunque esto por momentos no fue bien recibido por el cuerpo técnico, al final lo importante fue el equipo y con él logramos el objetivo de ser campeones. Los años que viví en Puebla los tengo en el corazón y espero algún día volver para pisar nuevamente el Cuauhtémoc”, finalizó Eudalio Arriaga para Mexatlethics.