REDACCIÓN MEXATLETHICS
Hace una década Ernesto Reyna dejó su natal San Luis Potosí para mudarse a Puebla, ciudad en donde se matriculó en la Universidad Madero vía una beca deportiva brindada por el equipo que, en aquella época, era dirigido por el coach Rolando Huchín.
Tras unas temporadas, Ernesto, siempre aguerrido, siempre dispuesto a defender y atacar cuando fuese necesario, se vistió de naranja y, bajo las órdenes del coach Manuel Ordaz, se volvió parte de los Halcones de la Inter.
Agotado el tiempo como estudiante-deportista, Ernesto Reyna decidió regresar a casa y ahí, nuevamente, la pasión compartida por el basquetbol le permitió, primero, planear el nacimiento de una academia y, posteriormente, junto a su familia, dar vida al proyecto que hoy conocemos como Tigres NR, una academia con raíces familiares y que hoy, tras dos años de ver la luz, se ha convertido en uno de los principales semilleros de talento basquetbolístico en San Luis Potosí.
En entrevista para Mexatlethics, Ernesto Reyna comentó respecto a los orígenes de Tigres NR.
“Llevamos dos años laborando en este proyecto y, al momento, tenemos 80 jugadores de 7 a 18 años en ambas ramas. El proyecto arrancó con Ernesto Reyna Alfaro, que es mi papá, y con Leticia Guerrero, mi mamá, en la parte administrativa. Es un proyecto familiar que nos gusta mucho porque llevamos el basquetbol en la sangre”.
A pesar de su juventud, el proyecto Tigres NR ya ha dado frutos pues mientras algunos jugadores ya dieron el salto a grandes universidades vía becas deportivas, otros se encuentran en proceso de elección y, algunos más, ya juegan a buen nivel en Estados Unidos.
“Como parte de la academia tenemos a jugadores como José Posadas, quien se encuentra becado en el Tec de Monterrey Campus León y juega en la División 1 de la Liga ABE; Gabriel Moreno es de la academia y hoy es seleccionado mexicano U15; Yurem Patiño y Emiliano Jiménez también pasaron por aquí y ahora juegan en Estados Unidos”.
Finalmente, Ernesto Reyna, tras hacer un recorrido por su trayectoria como estudiante-deportista y sus primeros momentos como coach, mencionó que: “Fue complicada la transición de jugador a entrenador, pero fue importante el dejarme de lado para interesarme en la mejora de las personas y ver cómo diario buscan superarse; eso me hizo reflejarme en ellos recordando la ambición que tenía por ser el mejor sin importarme todos los obstáculos que tuviera y al final todo ese sacrificio valió la pena”.