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Edna Carrillo y el día en que las lágrimas no rodaron por las mejillas

Edna Carrillo y el día en que las lágrimas no rodaron por las mejillas

POR OMAR RODRÍGUEZ

Edna Carrillo escuchó muchas veces las historias de atletas que, tras conseguir su primera medalla a nivel internacional, no podían pasar saliva y con ello quitarse ese característico nudo en la garganta, mismo que, invariablemente, anuncia que la voz está por cortarse y que las lágrimas no demorarán en rodar por las mejillas.

Camino al podio, Edna pensó que pronto protagonizaría esa misma historia de llanto y satisfacción, sin embargo, lo que exteriorizó su rostro fue una enorme sonrisa.

¿Cómo no sonreír?

¿Cómo no ser feliz?

Edna, aquella tarde de 2010, había escalado hasta el punto más alto del podio para recibir la medalla de oro que la acreditaría como la judoca campeona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez.

Edna Carrillo, en entrevista para Mexatlethics, recordó sus momentos más emotivos en el judo, los cuales incluyen triunfos valiosos, derrotas lacerantes pero aleccionadoras y, sobre todo, una actitud a prueba de todo, la cual la levantó en los momentos más complicados para posicionarla como una de las actuales referentes del deporte mexicano.

“Mi primer triunfo internacional fue en los Centroamericanos de Mayagüez en 2010. Ese evento me marcó mucho porque fue mi primera vez en lo más alto del podio y yo realmente estaba tan contenta por escuchar el himno nacional que no me salieron las lágrimas, al contrario, estaba feliz y nadie pudo quitarme la sonrisa.

En esa época nadie creía en mí e incluso había perdido con las competidoras a las que me enfrenté en Mayagüez así que todo parecía complicado, pero al final logré escuchar el himno nacional y eso es lo más importante porque incluso supera a la medalla en sí ya que lo que todo atleta busca es ese momento en el que subes al podio y te encuentras hasta arriba”.

Todo atleta de alto rendimiento, lo quiera o no, debe estar consciente de que su vida competitiva tiene dualidades, polos opuesto como el triunfo y la derrota, así como la celebración y la reflexión.

Un año después de ganar el oro en Mayagüez, el deporte le asestó un duro golpe a Edna Carrillo, sin embargo, no fue definitivo, pues ella, pasado el tiempo, se levantó.

“Los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011 fueron en mi casa y ante mi familia, pero perdí la medalla de bronce y siento que la perdí ante una competidora con la que no la tenía que perder. Eso fue algo muy decepcionante y resultó en un momento crucial ya que perder la medalla fue un golpe tan duro que me llevó a pensar en que todo lo que había hecho no valía la pena, sin embargo, me supe reponer y cuando logré el objetivo de ir a Juegos Olímpicos supe que todos los golpes habían valido el esfuerzo”.

Con la madurez que brindan los años y ante la contingencia sanitaria que hoy ha parado el deporte de alto rendimiento, la judoca mexicana Edna Carrillo tiene claro cuáles son los objetivos que buscará cumplir próximamente.

“Me fascinaría ser la primera judoca mexicana en ganar una medalla olímpica y realmente es un sueño que quiero alcanzar. También quiero seguir difundiendo el judo y ser inspiración para los niños y mis sobrinos ya que el que te vean como tal es algo que da orgullo y también una gran responsabilidad”, señaló la campeona mexicana.