Omar JavierREDACCIÓN MEXATLETHICS
El deportista, antes de ser tal, es una persona. Esto podría calificarse como una obviedad, sin embargo, es necesario precisarlo porque antes de visualizar medallas y campeonatos, lo importante es asumirse como un ser humano que vive su día a día con emociones y sentimientos.
Para trabajar en esta parte mental, el deportista colegial, de alto rendimiento, amateur o profesional debe acercarse a expertos en la materia como es el caso de Karen Alva, licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma del Estado de México y maestra en Psicología del Deporte por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Karen Alva, quien cuenta con una estadía en la Universidad Autónoma de Chile y experiencia en trabajo psicológico con equipos representativos como el conjunto femenil de la UANL, campeón nacional de la Liga ABE, aseguró para Mexatlethics que la parte mental, bien trabajada, puede llevar al deportista a potenciar su rendimiento, pero también a manejar los triunfos, las derrotas, el estrés, las marcas y aquellas cosas que están tanto al alcance como fuera del mismo.
“Existen diversas variables que ayudan a que el deportista rinda más y a que el entrenamiento funcione mejor y una de ellas es el trabajo psicológico. Como experta en la materia puedo decir que el deportista debe verse como un ser humano que siente, que a veces está feliz y otras triste, que puede sentir estrés por algún problema en casa o bien por alguna mala nota si se trata de un deportista colegial. Lo importante es trabajar esa parte y entender que, aunque entrenes mucho, al final la cabeza manda y entonces debemos estar bien en ese aspecto para lograr el peso, las marcas y los resultados que se esperan”.
En esta época de pandemia donde la mayoría de actividades deportivas están pausadas, la valía de trabajar con un psicólogo se ha incrementado considerablemente, pues los atletas deben comprender que hay cosas que se pueden controlar y otras que no, lo cual evita momentos de depresión y frustración, los cuales pueden convertirse en episodios de reflexión y crecimiento.
“Los deportistas deben trabajar con profesionales y especialistas. El trabajo psicológico es un proceso. No hay campeones de la noche a la mañana. El proceso de un psicólogo le permite al deportista saber qué está bajo su control y qué no, y con aquello que está fuera de su alcance se trabaja para comprenderlo y superarlo”.
