Omar Javier
POR OMAR RODRÍGUEZ
Es abogado poblano. Es padre y ejemplo. Es seguidor de La Franja. Es, también, asiduo corredor en las pistas que hoy, por fortuna, se hallan en diversas ubicaciones de la hermosa capital poblana. A continuación, en Mexatlethics, te contamos la historia de Juan Carlos Ortega Barba, quien recién cumplió 11 años como corredor amateur y lo festejó participando en el Maratón Lala.
«En julio de 2011 decidí correr y poner kilómetros a mi vida. Para ser congruente, ese año llevaba a mi hijo para hacer actividades de gimnasia y quería que viera que yo, como él, hacia ejercicio. De nada sirve un buen consejo si no se demuestra con hechos».
A partir de ese momento, Juan Carlos Barba salió a correr y no paró más. Esta relación con los tenis, las pistas, los recorridos urbanos, los momentos de meditación e introspección y también la laceraciones en las piernas, las ampollas y los dolores musculares se volvió inquebrantable.
«César Simoni es mi entrenador; llevo casi ocho años con él y es quien me manda mi programa de entrenamiento. Entre semana, martes y jueves, corro distancias de 5 kilómetros y sábados y domingos lo hago con distancias que van desde los 10 hasta los 25 kilómetros. Requiere de mucha dedicación al entrenar porque hay que cumplir con las actividades y responsabilidades laborales, pero al terminar de entrenar termino con una gran motivación y eso impacta para realizar mis tareas laborales».
EL MARATÓN 17
Recientemente, Juan Carlos Ortega Barba participó en el Maratón Lala, el cual le representa muchas cosas, no solamente como atleta amateur sino como persona que en la actividad física percibe una forma de retarse, crecer y superarse continuamente.
«Correr el maratón (cuarta vez Lala y decimoséptimo general) es una prueba que requiere de mucha preparación física y mental pues en el kilómetro 30 o 32 las piernas resienten la exigencia de tantos kilómetros y de ahí la importancia de tener una preparación para el maratón, que en mi caso fue desde mediados de diciembre de 2021. Es una sensación indescriptible porque es la culminación de muchas horas y kilómetros de entrenamiento. La felicidad es fenomenal; el maratón es una metáfora de la vida porque de repente vas bien y a lo largo del trayecto tienes momentos de complicación, sin embargo, con la lucha se pueden alcanzar los objetivos».
