¡Qué problemón!

POR OMAR RODRÍGUEZ

Al Puebla de Nicolás Larcamón no lo toleran. Ellos, los grandes, equipos y televisoras, lo miran de arriba abajo. ¡Cuánta arrogancia! Ellos cierran la boca, pero, si un torrente de sinceridad saliera de en forma de palabras, éstas serían, en todos los casos, merecidos halagos.

La Franja ya no es un equipo del montón. No es, que quede claro, el equipo con más dinero y con los jugadores con más renombre ni con los millones de seguidores en Instagram. En cambio, La Franja es mucho, muchísimo más que eso. Y es que el equipo que viste en azul y blanco no solamente juega bien; este equipo vuela en la cancha, corre, lucha, y, se acepte o no por los rivales, no es nada más un equipo incómodo; La Franja, guste o no en la capital, les cause simpatía o animadversión en el norte o menosprecio en el occidente, es un equipo cabrón, de esos que, ganando o perdiendo títulos, se quedan en el recuerdo de una afición.

El domingo, otra vez, Puebla rivaliza con Chivas en un partido de repechaje. La Franja, claro está, hizo más que Guadalajara en este torneo. Puebla, hoy que lees esto, es mucho más que un Rebaño flaco, que nada tiene que ver con su rica historia.

Y precisamente en este momento, donde es altamente probable que nadie te lo haya mencionado, debo decirte que la llave que provoca el enfrentamiento entre Puebla y Guadalajara no cayó nada bien a las cúpulas que controlan el futbol mexicano. Sucede que La Franja, por ser un cuadro de interés regional, no genera el mismo rating en comparación al que provoca el Rebaño, a pesar de que éste pase por un momento de pobreza futbolística. A las marcas que patrocinan la Liga MX les conviene que Chivas siga con vida. Televisa y Azteca se frotan las manos y, de hecho, esperan que pasen los rojiblancos, pues, de darse esto, un clásico contra el América podría suscitarse y, ahora sí, se meterían millones a sus cuentas. Esto, se diga o no, se quiera mencionar o no, es un factor que pone en duda el accionar del árbitro en el partido del domingo. Ya sabemos lo que hacen por favorecer a un equipo consentido. Lo sabemos y lo vivimos: ¿Recuerdas la liguilla pasada ante las Águilas? ¿Recuerdas la frustración e impotencia de ver a Antony Silva atajar el penal y ser obligado a lanzarse otra vez? Bien, esto y más puede darse el domingo por la tarde.

Esto quizá no te lo hayan dicho, pero no importa porque ya lo sabes. No importa que las televisoras o los periódicos digan que Chivas es favorito. Eso no es cierto y tú ya lo sabes. Lo cierto, aquello de lo que no hay duda, es que Puebla es más equipo que muchos de los que están en liguilla y que esta Franja, si no ocurre nada extraño, eliminará otra vez al Rebaño y, como sucede desde hace tres años, estará peleando por el campeonato. Puebla ya se acostumbró a generar un problemón en los equipos “grandes” y las empresas que los respaldan. Veamos hasta dónde llega este torneo el equipo de Larcamón.