POR OMAR RODRÍGUEZ
En este mismo espacio se dijo días antes del domingo: “Puebla no tendrá problemas para avanzar a los cuartos de final, esto a menos de que el árbitro se vista de rojo y blanco”. Y Santander no solamente se vistió con esos colores; el árbitro se puso los cuernos y fue, a todas luces, el jugador doce de un Rebaño que, ni con eso, pudo doblar a La Franja de Larcamón.
Se dijo: “la maquinaría del futbol mexicano, siempre lubricada con un aceite quemado por la sospecha, haría de todo para eliminar al Puebla”. Dos penaltis no marcados, un gol dudosamente anulado y seis minutos de compensación fueron un papelón arbitral que despejó toda duda: a La Franja, múltiples intereses, le jugaron chueco.
Pese a todo y contra todos, Puebla, otra vez, eliminó al Guadalajara. Y lo hizo porque La Franja es un equipo mejor, porque sabe a qué juega y porque su estilo, que algunas veces puede no conseguir resultados positivos, es muy superior al del Rebaño.
Mas la felicidad que la afición camotera vivió el domingo, bien puede convertirse en coraje este miércoles por la noche. Y es que, en el Cuauhtémoc, de darse algunas circunstancias, se cocinará un robo monumental.
Seré claro. Guste o no, América es el líder. Las Águilas fueron el mejor equipo del torneo. Incluso, hace un par de semanas, derrotaron a la oncena de Larcamón. Quiero decir que, a pesar de lo competitivo que es Puebla, América, por las buenas, bien podría ganar la serie. ¿Sufrirían las Águilas en el Cuauhtémoc? Claro: como todos los que enfrentan al Puebla, sin embargo, el favorito es el cuadro capitalino.
Sin embargo, el robo a La Franja se cocinaría si ésta, en la cancha, es mejor que el América. Si Puebla domina al rival, no dudes ni por un momento que las jugadas divididas serán para el visitante. Si Puebla es un vendaval, no lo dudes…el árbitro marcará cualquier jugada en contra. Si Puebla toma la ventaja, esta misma noche de miércoles o el sábado en el Azteca, la maquinaría moverá todos sus engranajes para hacer que las Águilas avancen a la semifinal.
No lo dudes: ¡Ya ayudaron a las Chivas! ¡Ya ayudaron al América! ¿No lo crees? Busca en YouTube lo que a Puebla y a Antony Silva les hicieron la liguilla pasada. Las malas costumbres permanecen. La mala calaña es un sello que permanece.