REDACCIÓN MEXATLETHICS
Los zapatos de Jorge Orozco aún se humedecen con el rocío que por las mañanas se halla en el verdoso y puntiagudo césped.
Pasaron los años, pero el balón siempre se mantuvo en los pies y en la mente del ex jugador que defendió las playeras de Soles de Juárez, Tapatío, Pachuca, Celaya, Colibríes, Necaxa, Puebla, Lobos BUAP, Socio Águila e Indios de Ciudad Juárez, entre otros.
¿Cómo podría suceder lo contrario si el balón y el futbol le dieron tantas cosas?
Jorge Orozco hoy vive una etapa diferente en el futbol pues se desempeña como director del Athletic Club de El Paso, Texas, lugar donde reside y donde transmite su pasión por este deporte a nuevas generaciones.
En esta época de contingencia sanitaria donde las competencias deportivas están pausadas, Jorge Orozco contó para Mexatlethics parte de su extensa historia en el futbol mexicano, misma que incluye un momento crucial para tomar decisiones en su paso por Necaxa, un campeonato con Puebla en la división de ascenso y también un anecdótico y efímero trayecto por Colibríes, uno de los equipos más peculiares del futbol mexicano.
“Como futbolista uno pasa por muchas cosas. De jugar en tercera y segunda con Soles de Juárez logré llegar a Primera División con Pachuca y ahí todo cambió porque comenzaron los viajes y concentraciones en mejores condiciones y también la exigencia y el roce dentro del campo porque ahí sigues las indicaciones de técnicos con mucho recorrido y además te enfrentas a muchos jugadores consolidados y de selección.
Uno de mis mejores momentos fue en Necaxa porque ahí me sentí bastante bien, sin embargo, en un momento ya no tuve tantos minutos y la inexperiencia me llevó a pedir una salida del equipo, aunque ahora que esto lo pienso mucho tiempo después creo que lo mejor era quedarme y luchar por un puesto.
Afortunadamente tuve la oportunidad de llegar a un equipo con mucha historia y tradición como el Puebla y aunque llegué cuando el conjunto estaba en Primera A, la verdad es que hicimos un gran trabajo porque logramos un campeonato.
Ahora que estoy retirado pienso en todo lo que viví en el futbol y tengo la certeza de que ser futbolista es un estilo de vida. Pasé de divisiones inferiores a Primera División y ahí jugué con equipos como Necaxa y Pachuca que hicieron cosas importantes, pero también vi de cerca el otro lado de la moneda con un descenso muy doloroso con los Colibríes, que fue un equipo en el que en poco tiempo pasé muchas cosas”.
No hay día en que Jorge Orozco no piense en futbol.
¿Cómo no hacerlo?
Ya retirado del ámbito profesional, Jorge dirige su propio club en El Paso, Texas y mientras instruye a numerosos jóvenes, vive de cerca el desarrollo que su hijo presenta en el futbol, pues Jaziel Orozco es un talentoso jugador que crece a pasos agigantados en el Academia del Real Salt Lake.