Omar Javier
Nicolás Acosta Gutiérrez es uno de los más talentosos receptores universitarios del país.
El jugador mexiquense, que actualmente representa a Linces de la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes y que en un inicio en las infantiles y en su debut en Liga Mayor perteneció a los Frailes del Tepeyac, se encuentra en su mejor momento de su etapa como estudiante-deportista, pero en este episodio de plenitud no olvida sus orígenes, es decir, todo el esfuerzo realizado para lograr destacar en el futbol americano.
“Primero aclaro que el ‘Tanque’ original era mi hermano y como era gordito, pero pegaba fuerte, el coach Edgar Arroyo, que hoy juega en la LFA, le puso ese sobrenombre. Yo, posteriormente, por ser el menor, me llamaron así.
Inicié desde los tres años y medio en las infantiles de Frailes del Tepeyac y estuve de 2001 a 2010 para después integrarme a las infantiles de Linces Lomas Verdes.
Cuando llegó el momento de ser parte de Liga Mayor regresé a Frailes porque quería afrontar este reto junto a mi hermano.
Con el Tepeyac logré cosas importantes porque en mi año como novato me seleccionaron para ir al Tazón Azteca y eso es algo que marcó mi carrera como jugador.
Frailes era un equipo que tenía muchos años de no aspirar a playoffs, pero en mi segundo año junto a mi equipo logramos ponerlo otra vez en el mapa al llegar a una final, que, si bien no pudimos ganar, sí nos dejó grandes enseñanzas”.
El hogar siempre llama y el emparrillado de Lomas Verdes siempre fue la casa de Nicolás Acosta por lo que regresó a formar parte de Linces UVM, equipo que en opinión del “Tanque” tiene una filosofía especial, la que impregna a sus jugadores el coach Rodrigo Pérez.
“Tuve la oportunidad de regresar a Lomas Verdes con el trabajo y la filosofía del coach Rodrigo Pérez.
La vida como estudiante-deportista es muy compleja, pero tiene muchas recompensas. Muchas personas no tienen idea de lo que uno hace para conservar una beca y para poder jugar en un equipo con deportistas élite.
El esfuerzo es el doble y a final de cuentas en algún momento todo tendrá que ser recompensado. La rutina es levantarse temprano y después tienes que estudiar lo mismo que tus compañeros y hacer las mismas tareas, pero después tienes que entrenar, realizar sesiones de video, aprender el playbook y con esto uno hace un doble esfuerzo.
Hacer todo esto en UVM Lomas Verdes me motiva porque Linces es el equipo que más quiero y con el que más me identifico.
El objetivo es obtener el campeonato nacional de ONEFA y el coach Rodrigo Pérez nos está preparando para hacerlo”.
Finalmente, Nicolás Acosta precisó que, si hoy se encuentra jugando con un equipo de élite, esto se debe al apoyo incondicional de su familia.
“Mi motivación es mi familia porque sin ellos no habría logrado nada de lo conseguido hasta el momento. Mis papás son mi mayor apoyo y me han aportado lo mejor de ellos para que yo pueda seguir adelante.
En infantiles yo recuerdo que con mi mamá no teníamos cómo ir a los entrenamientos en el Tepeyac, pero al final nos íbamos en camión y ella cargando las maletas de mis dos hermanos y la mía. Sin el apoyo de ella no habríamos llegado a donde estamos ahora”, puntualizó el receptor interno de UVM Lomas Verdes, quien tras terminar su etapa como estudiante espera jugar en la LFA con Raptors para después buscar una oportunidad en Canadá.
