Por Silvana Alcázar
Si alguien recuerda con alegría su paso por Lobos BUAP ése es Edwin León, otrora jugador profesional y hoy convertido en un exitoso director técnico de equipos colegiales, quien llegó a cumplir el sueño de llegar al circuito de ascenso para representar a la máxima casa de estudios en Puebla.
En esta etapa de contingencia sanitaria, misma en donde los torneos escolares se encuentran pausados indefinidamente, Edwin León aprovechó el tiempo para hacer un recuento de su trayectoria en el futbol, deporte que lo ayudó a cumplir la meta de convertirse en jugador profesional.
Edwin recorrió sus primeros metros en el césped a los ocho años de edad, esto en las instalaciones de San Pedro Soccer Club.
Posterior a ello, Edwin, ya con quince años, dio el salto a un equipo de Cuarta División, con el cual, después de mucho batallar, logró escalar hasta la Tercera División.
Lo mejor todavía estaba por llegar puesto que en 2010 ingresó a Lobos Prepa, equipo que representaría la antesala a su mejor etapa como profesional, es decir, su paso por la Liga de Ascenso.
“En Lobos fui seleccionado para participar en el CONDDE a nivel universitario y fue un momento muy importante porque, aunque no fue a nivel profesional, sí me dio la oportunidad de buscar un lugar como seleccionado nacional universitario y con posibilidades de ir a la Universiada Mundial de Rusia, sin embargo, decidí quedarme en Lobos para buscar la forma de que me tomaran en cuenta con el primer equipo”.
Algunos años pasaron como jugador de Lobos Prepa hasta que la gran oportunidad de debutar con el equipo mayor se le presentó gracias al técnico Nacho Rodríguez, quien le permitió ingresar en un partido entre La Manada e Irapuato, mismo que correspondió al torneo de Copa.
“Sentí muy padre porque era algo que esperé mucho tiempo. Fue algo muy bonito el que me vieran mis papás, mis hermanos y fue algo muy importante para mí ya que me llenó como persona el poder lograr un objetivo más en mi vida. Es una recompensa de todo lo que sufrí, todo lo que luché y peleé por tantos años y es una sensación que solo se siente una vez.
Ser jugador profesional fue una gran experiencia porque el futbol me dio amistades, viajes y la oportunidad de conocer lugares padrísimos y grandes compañeros. Tuve la oportunidad de jugar con Óscar Jiménez, hoy portero del América y también con Cuauhtémoc Blanco. Tuve relación con grandes personas del medio y a cada una de ellas les agradezco mucho. El futbol me dio todo y estoy muy agradecido”.
En el 2014 comenzaron las malas noticias para Edwin León, pues una lesión lo llevó a perderse la pretemporada con el equipo que en ese entonces comandaba Ricardo Valiño.
“Después de la Universiada Nacional que fue en Puebla en el verano del 2014, yo ya estaba en el primer equipo de Lobos BUAP, pero sufrí un desgarre, el cual no me permitía tener actividad porque tuve una carga de ejercicio. Ya estaba en el hospital universitario a punto de que me operaran, pero al final determinaron que no era una hernia, si no un desgarre, entonces eso no me permitió hacer pretemporada con el primer equipo. Eso me bajó méritos para poder pelear un lugar y me empezaron a excluir un poco del equipo”.
Para Edwin León fue complicadísimo mantener un lugar dentro del equipo, pero la decepción más grande vino poco tiempo después.
“No me brindaron otra oportunidad. Creo que demostré que no me quedó grande la playera de Lobos, ni me quedó grande la Liga de Accenso porque en cada uno de los partidos siento que di todo. Después de esa lesión sí hubo cosas que me desmotivaron e hicieron que tomara la decisión de salirme. No me tomaron en cuenta y creo que la merecía, creo que hice muy bien las cosas porque era un chico que venía de la misma universidad, de las Fuerzas Básicas y nunca me dieron la oportunidad para regresar”.
Hoy, con la madurez que brindan los años, Edwin León es coordinador en el área de deportes, esto a nivel preparatoria en uno de los campus de UPAEP.
A pesar de que hoy está fuera del rectángulo verde, el ex jugador de Lobos BUAP no pierde la ilusión de regresar al futbol profesional, pues todavía tiene la edad y las condiciones necesarias para vivir una segunda época en el profesionalismo.
“El futbol significa mucho para mí porque me cambió la vida y he cambiado vidas con él ya que mis alumnos ahora van haciendo su propio camino y es importante darles las mejores opciones y los mejores consejos para que ellos también puedan transcender a través de este deporte que me ha dado mucho.
Obviamente deseo y sueño poder regresar a jugar, que algún día me llamen, a lo mejor Lobos o cualquier equipo y que me digan que conocen mi trayectoria y que saben de mí”.