Mexatlethics

Jorge Ríos: orgullo de El Espinalillo

REDACCIÓN MEXATLETHICS

A siete años de su partida física, hoy, en Mexatlethics, con respeto y cariño, recordamos a un gran jugador, de esos que aportan cosas tangibles a los equipos, pero también cosas inmateriales, mismas que son difíciles de definir pero que, sin lugar a dudas, cualquier coach valora porque integran y fortalecen al grupo.

Nos referimos a Jorge Alberto Ríos Cuevas, quien nació en octubre de 1987. Pronto, tras dar sus primeros pasos, su familia supo que su hijo pasaría incontables tardes en la cancha local jugando, primero y, después, compitiendo.

A Jorge pronto lo sedujo el botar la pelota; era de esperarse pues la pasión por el basquetbol le venía de familia ya que su padre, Miguel Ángel Ríos Bonales, es un amante del deporte ráfaga.

Al crecer, Jorge Alberto Ríos Cuevas, ya dejaba evidencia de su talento para driblar y para encestar de media y larga distancia; era rápido, era líder y era el alma y corazón de sus equipos.

Inició su recorrido en la escuela Bulldogs de Acapulco. Más adelante integró la selección de ligas menores de Acapulco y del estado de Guerrero.

Ya como adolescente, Jorge Alberto Ríos Cuevas dio el salto a una ciudad diferente y a una vida nueva. Su talento fue detectado y con ello se hizo acreedor a una beca deportiva con los Tigres Blancos de la Universidad Madero.

Como jugador felino, el Rábano, como lo llamaban sus amigos, logró la titularidad y también el nombramiento al Cuadro Ideal del Campeonato Nacional de Conadeip de Segunda División. Después, con más experiencia, regresaría a UMAD para jugar en la máxima categoría, misma en la que después de la culminación su elegibilidad daría los primeros pasos desde el banquillo y la asistencia técnica con el coach Alegría.

Hoy, 2 de noviembre, en Mexatlethics recordamos con afecto al Rábano, Jorge Alberto Ríos Cuevas, talento de Guerrero y orgullo de El Espinalillo.