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Sabers OTAY, corazón y pasión por el basquetbol con causa

Sabers OTAY, corazón y pasión por el basquetbol con causa

Una de las principales academias de basquetbol del norte de México es Sabers OTAY porque al contar con una matrícula de más de 120 niños y jóvenes colabora con su comunidad para formar buenas personas con base en esta grandiosa herramienta que es el deporte.

Actualmente, Sabers OTAY es una academia reconocida e incluso, muchos de sus integrantes y ex jugadores y colaboradores, han formado parte de selecciones, recibido ofertas de becas e integrado algún staff de Selección Mexicana.

Sin embargo, el inicio de esta academia no fue sencillo pues sus orígenes están enmarcados por un gran esfuerzo, visión y, sobre todo, compromiso con la juventud de Tijuana.

Gustavo Plascencia Figueroa, co-director de la Academia Sabers OTAY contó para Mexatlethics cómo surgió este proyecto que afortunadamente impacta de manera positiva a decenas de familias ligadas a la práctica del basquetbol.

“Soy co-director de la academia y al mismo tiempo soy entrenador del Instituto Cumbres de Tijuana. Tengo la Licenciatura en Actividad Física y Deportes y puedo decir que todo este proyecto nació hace muchos años cuando me surgió el amor a este deporte gracias a mi papá.

Después, ya en la prepa, conocí al profesor José Luis Marín y a él le debo muchas cosas y entre ellas ser entrenador porque siempre me dio las herramientas para apoyar a mis compañeros.

En 2005 quedamos campeones de la Olimpiada Juvenil y el profesor José Luis Marín llevaba el equipo e incluso en aquella ocasión nos tocó jugar contra Jorge Gutiérrez, quien estaba en la Selección de Chihuahua.

Por diversas situaciones no seguí jugando, pero la principal fue una lesión en la rodilla y también porque ya no daba la edad, entonces me dediqué a apoyar a mis compañeros porque el coach Marín me dio la oportunidad de ser asistente así que estuve llevando estadísticas y colaborando en los entrenamientos y ahí empecé a notar que entrenar se me daba mejor que ser jugador.

En algún momento empezó la preparación de la Selección de Tijuana, pero el profe Marín tuvo que salir de la ciudad para regresar a Oaxaca, su estado natal. En ese momento él dejó un entrenador a cargo del equipo y a mí me encomendó ayudarlo, sin embargo, aquel entrenador solamente estuvo tres días y abandonó la Selección de Tijuana.

Con ese panorama el profe Marín, al decirme que yo sabía su sistema de trabajo, me pidió preparar al equipo.

Así que de esta manera inicié como entrenador asistente durante un mes y fue interesante porque los jugadores prácticamente eran de mi edad, pero afortunadamente me hicieron caso y pudimos ganar las eliminatorias de Baja California”.

Las coincidencias no existen. Lo que sí existe es el trabajo, el esfuerzo y la pasión, en este caso por ayudar a jóvenes con base en el basquetbol.

A continuación, el coach Plascencia explica el momento clave para lo que hoy en día es Sabers OTAY: “Después ingresé a trabajar en el Colegio Baja California y siempre estaré agradecido porque ellos me dieron la oportunidad de crecer.

Nos empezó a ir muy bien con los equipos de este colegio y comenzaron a llegar algunas ofertas de becas para algunos niños y tomando en cuenta eso decidí buscar algo extra para que los jugadores tuvieran un crecimiento.

Cuando quedamos campeones en las ligas municipales me llevé a los chicos a Estados Unidos y yo les decía a los papás que no importaba si nos ponían unas palizas porque lo importante era ver qué nivel teníamos.

Ahí conocí a Robert Luna, un entrenador de la Academia San Diego Sabers y él sería luego determinante para que se formara Sabers Otay.

En algún momento él me preguntó si podía uno de mis jugadores formar parte de su club y después yo le solicité que más jugadores fueran a su academia. El problema era que los chicos no podían pagar los gastos en dólares, sin embargo, tras entrar al club como traductor, ofrecí entrenar y asistir sin pago a cambio de que los chicos pudieran practicar solamente por 50 dólares, que fue una reducción importante.

Fueron años en los que cruzábamos a Estados Unidos cuatro veces a la semana solamente para entrenar y fue un gran esfuerzo”.

Una vez con los cimientos del proyecto, el coach Plascencia se decidió a provocar el nacimiento de la academia Sabers OTAY en México.

“Llevamos algunos años ya en nuestro país. Tenemos claro que el basquetbol es un deporte y el deporte es una herramienta para logar un objetivo como lo es obtener una beca. Nos enfocamos en el individuo y buscamos su crecimiento personal. Queremos formar personas de bien para que en un futuro sean los próximos líderes de México y eso lo vamos a lograr con una herramienta tan importante como lo es el baloncesto.

Uno de nuestros logros más importantes es apoyar a un niño de la academia, quien tuvo cáncer y con un torneo en su nombre logramos juntar entre Estados Unidos y México como 200 mil pesos para evitar que perdiera la pierna. Ahora año con año realizaremos este torneo al que llamaremos Copa Sabers OTAY con Causa”.