Omar Javier
POR OMAR RODRÍGUEZ
@rodriguezomar83
Lo presentíamos. Quizá hasta lo sabíamos. El sabor que nos dejó La Franja durante el Guardianes 2021 difícilmente se repetiría. La razón es sencilla: cambiaron los ingredientes. ¡Se fueron los condimentos! El sabor y el aroma de este equipo no son lo mismo. Sí, este Puebla tiene mucho corazón y unos huevos tan grandes como las cemitas de El Carmen. Pero este equipo no sabe igual y esto no se puede ocultar.
Santiago Ormeño no podía permanecer más en el equipo. Santi creció como aquel pez que de pronto se desarrolla tanto que requiere, por supervivencia, una pecera más grande. León, a pesar de su nómina, NO fue más que Puebla durante el último medio año. Pero, porque la vida es aspiracional, siempre es bueno probarse y asumir nuevos retos.
La salida de Salvador Reyes también se entiende. Vino con pocos reflectores y después alumbró tanto que, con su juego versátil y su juventud, sedujo a una Águilas que, sin dudar, ficharon a una joya en ciernes.
Lo de Omar Fernández no se entiende. Comprensible es que su traspaso haya generado un ingreso importante de dinero para darle sostenibilidad financiera a un club que, lo sabemos, no vive en la opulencia. Pero su baja, supongo presupuestada, apagó cualquier chispazo de esperanza por ver a un Puebla corrosivo. Omar se fue y con él su desequilibrio, su cambio de ritmo, su conexión con la última línea del campo.
De los que llegaron, tras un par de juegos, hay poco para mencionar. Fernando Aristeguieta es un buen jugador. El Vikingo compite, muerde y presiona, pero es un hombre de área y, si por la necesidad del equipo el venezolano tiene que bajar a tres cuartos de cancha y pelear de espalda al arco, difícilmente rendirá. Aristeguieta requiere balones y estos, luego de 180 minutos, no han anegado el área rival.
De Pablo Parra poco podemos decir. Con Monterrey y Chivas fue titular mas sus actuaciones no fueron lustrosas. Los refuerzos extranjeros deben ser referentes y Parra, a la brevedad, debe serlo.
La verdad es que el torneo, como inició, parece que generará sensaciones distintas al aficionado que tanto celebró el tercer lugar general y el pase a semifinales durante el Guardianes 2021. El futuro inmediato no se percibe halagüeño. Pero, porque Nicolás Larcamón ya demostró que con poco puede hacer mucho, tampoco puede descartarse el repunte del equipo. Insisto: este equipo no sabe igual, pero veremos si le alcanza para solventar este torneo con esos huevos tan grandes como las cemitas de El Carmen.
